¿Ciudades grandes o ciudades pequeñas?

sábado, 4 de julio de 2020

El color urbano del medio ambiente


“La mejor manera de proteger el medio ambiente es viviendo en las ciudades”.
Edward Glaeser


Las enseñanzas que nos está dejando esta pandemia y la vulnerabilidad a la salud nos hacen proponer una serie de estrategias para el regreso a la “nueva normalidad”, acciones que se puedan enmarcar en beneficio de ciudades más humanas, con un componente primordial: el medio ambiente. Tal y como está sucediendo en muchas partes del mundo, nuestras ciudades en Chiapas tendrían que implementar políticas para desinhibir el uso del automóvil y fomentar el uso de medios no motorizados como lo es la bicicleta. Es momento de plantear toda una gran red ciclista por las ciudades y por qué no, pensar en una gran red ciclista metropolitana más allá de los centros de población, hacia localidades, donde muchos residentes se desplazan por este medio.

En Hermosillo, Sonora, un lugar con un clima caluroso como nuestra capital Tuxtla Gutiérrez, estudios recientes de movilidad manifestaron que el clima no era el principal factor para evitar los desplazamientos en bicicleta, sino la inseguridad, con lo que un fenómeno social como este puede resolverse a partir de políticas públicas acertadas.

Por otra parte, la infraestructura peatonal de calidad tendrá que ser un tema para revolucionar; ya no más construcción de calles sin banquetas y que mejor que éstas sean arborizadas, que sean toda una buena experiencia para la gente que camina; democratizar, hacer incluyente y con perspectiva de género el espacio público es una estrategia que en este momento se torna impostergable. Entre 1972 y 1981, una investigación realizada en un Hospital de Pensilvania, EUA, acompañó la recuperación de pacientes operados en una misma sección de cuartos. La mitad de esos cuartos tenía ventanas hacia un muro de ladrillos de una construcción vecina, y la otra mitad de cuartos hacia una hilera de árboles, el estudio arrojó que los pacientes con vista a los árboles tenían menos complicaciones y recibían el alta hospitalaria en promedio un día antes que los otros. La evidencia de la importancia de los árboles se acrecienta con el estudio del Dr. Roger Ulrich de la Universidad de Texas A&M, quien concluyó que la exposición visual a ambientes con árboles produce una significativa recuperación de estrés en cinco minutos. Otro estudio, este de Walter Kulash, señala que un trayecto en una calle sin árboles es percibido significativamente como más largo, que un trayecto de la misma distancia en una calle arborizada.

Los barrios que cuentan con sombra de árboles exigen entre 15 y 35 % menos dependencia de aire acondicionado que los barrios que no están arborizados, para las ciudades de nuestro estado como Tuxtla Gutiérrez o Tapachula que las calles con árboles reduzcan entre 2.5 y 7% grados de temperatura hacen una gran diferencia cuando hay días que tienen temperaturas superiores a los 38 grados.

Podemos seguir hablando de las bondades de los árboles, pero el reto está en que nuestras ciudades sean una analogía de lo más grande de este estado que es su medio ambiente.

La recuperación de espacios públicos, de los pequeños o grandes jardines vecinales tendrá que ser una constante en esta nueva etapa de vida, embellecer cada rincón público de la ciudad de tal forma que abonemos a mejorar el entorno en el barrio. Recuperar los ríos y arroyos urbanos, voltear a verlos y sentirnos orgullosos de esos lugares acerca de los que nuestros abuelos nos contaban cuando nadaban o jugaban en ellos, nos atrevamos incluso a plantear huertos urbanos por todas partes, huertos que nos den alimentos y nos ayuden a recibir pequeños animales polinizadores.

Las ciudades son la gran invención humana, la densidad de personas y su sinfín de actividades hacen que sean magnificas aliadas para el medio ambiente; Jeff Speck, nos cuenta en su libro Ciudad Caminable, que en 2011, Scott Bernstein, en Chicago, produjo una seria de mapas donde se representaban las zonas con mayor contaminación para Estados Unidos, en rojo las más contaminadas y en verde lo inverso. Lo curioso del estudio de Bernstein fue que los colores que venían en sus mapas cambiaron de posición, los tonos verdes y rojos, que significaban emisiones de carbono, valores que antes hacían referencia a carbono por kilómetro cuadrado, ahora su medición era carbono por domicilio. La sorpresa en su momento fue que las áreas más frescas (tonos verdes) estaban justamente en las ciudades y no en la periferia como se había pensado. Bernstein tuvo una limitación en su investigación que fue incluir solo la variable de CO2 originado del uso de carros particulares origen-destino, pero ese, al mismo tiempo, fue el gran factor que contribuyó a confirmar que el uso del automóvil es una de las mayores causas del total de emisiones de carbono en las ciudades.

Construir ciudades inclusivas y sostenibles es una vía para la recuperación de la pandemia, este es el título de un relato del Banco Mundial, pero esta afirmación solo es posible con la suma de Gobiernos, sociedad civil, academia, y demás actores que día a día interactúan, todos en sintonía para avanzar hacia urbes cordiales y con el color del medio ambiente, donde la naturaleza se respire, nos de identidad, empatía y orgullo.


Escrito con aprecio para la arquitecta Marirrós Bonifaz quien contribuyó para su publicación.





lunes, 29 de junio de 2020

Anécdota e intención de ciudad


Justamente en estos días que se anuncia la reelección de Anne Hidalgo como alcaldesa de Paris, en Francia, se vislumbran políticas públicas encaminadas hacia una ciudad más humana, su proyecto titulado, la ciudad de los 15 minutos, conceptualizado en gran parte por el científico Carlos Moreno, que pretende tener al alcance todo lo básico a una distancia caminable de un cuarto de hora, y que integra conjuntamente más y mejores áreas peatonales, recuperación de cuerpos de agua y vegetación, usos mixtos, en fin, todo un rediseño a la imagen urbana, transita a ser un estandarte para las ciudades en varias partes del mundo.

Hay antecedentes al respecto, en su momento Barcelona planteó una propuesta de diez minutos, sin embargo la cobertura mediática que ha tenido Paris en el tema hace que tenga mayores reflectores, y llega en un momento en donde las ciudades tendrán que reinventarse para subsistir ante un virus que no estaba en el radar, tal y como lo mencionó Richard Florida, urbanista norteamericano, en recientes días, como era posible que tanto estudiar a las ciudades desde diversos enfoques, no hayamos anticipado a un virus que nos cambiaría drásticamente nuestra forma de vivir.

Las urbes constantemente se reinventan, Peter Hall, en su libro ciudades del mañana, narra una historia que llama el grito amargo, en donde reúne textos que describen como eran los barrios de la clase trabajadora en Londres en la época de la reina Victoria, hacia finales del siglo XIX. Un lugar donde decenas de miles de personas se amontonaban en medio a horrores que solamente podrían traer a la mente como eran los viajes por el atlántico en un barco cargado de esclavos. Para llegar hasta estos lugares, era necesario entrar por patios que exhalaban gases venenosos y fétidos, producto de que no había drenaje y los residuos estaban derramados por todas partes, lugares en donde el sol jamás entraba, mucho menos el aire fresco y raramente se podía contar con una gota de agua potable.

A veces, en estas viviendas, dentro de cada cuarto se alojaba una familia completa o incluso dos. Existe un relato en que un fiscal de sanidad registró haber encontrado en un cuarto a una familia compuesta por papá, mamá, tres hijos y ¡cuatro cerdos!

Esos barrios, donde se encontraba la mayoría de las viviendas que estaban en esta situación eran vistas como lugares infestados, donde la enfermedad, el vicio y la miseria florecían, lo que llevaba a dispersarlo y contaminar toda la ciudad.

El campo, en la misma época, por más que prometiera aire puro y naturaleza, no prometía, desarrollo, estaba ahogado en la depresión de la agricultura y no ofrecía ni trabajo, ni salarios suficientes, y tampoco una vida social adecuada.

Sin embargo era momento de tomar cartas en el asunto y emprender acciones para la ciudad, el tema de la vivienda en Londres era el problema social central en los años de 1880, al cual solo se veía una salida, acomodar en viviendas dignas a la población más vulnerable y quien lo tenía que hacer era el estado, en una época en donde la expectativa de vida era de 55 años entre los nobles y de la clase obrera bajaba hasta los 29 años. Una de estas primeras acciones fue la creación de un grupo electo democráticamente, el London County Council, LCC, (Consejo del Condado de Londres), así como en 1890 lanzar la Ley para la Vivienda de las Clases Trabajadoras. ¿Por qué menciono esto? Porque este fue un antecedente vital para el rediseño de las ciudades, ahora ya había un marco para trazar metas. Aquí es donde llega la ciudad jardín en el diseño urbano, en cómo se conceptualizó a partir de la situación difícil que vivía Inglaterra y la ciudad más grande del planeta en ese entonces, Londres.

Había una concepto, y la mente pensante de Ebenenzer Howard, la ciudad jardín en el campo, lejos de la ciudad antigua, lo suficiente para garantizar que la tierra fuera comprada a precios mínimos, con la intención también de interesar a los capitales de la industria para mudar sus fábricas, y con ello, los trabajadores mudarse para construir sus casas. La ciudad jardín tendría un límite, en ese entonces Howard sugirió 32 mil habitantes en una superficie de poco más de 400 hectáreas, lo que equivalía a 1.5 veces la ciudad histórica-medieval de Londres. Alrededor tendría un cinturón verde de aproximadamente dos mil hectáreas.

La primera y sin lugar a dudas más importante respuesta a la ciudad victoriana fue el concepto de ciudad jardín de Howard, de gran visión y persistencia, cuyo objetivo era resolver el problema de mejorar la ciudad antigua, hacinada y sin servicios de sanidad, llevando a una porción de personas junto con sus empleos para nuevas ciudades construidas en el campo.

Hoy en día pensar en mudarse al campo y ver como nacen las nuevas ciudades suena utópico, sin embargo, tomando una analogía, pudieran ser las ciudades intermedias, aquellas en donde la urbe no está desbordada las que ayuden a las metrópolis a repartir cargas. La ciudad densa, compacta, es una constante que camina como el concepto ideal y así tendrá que permanecer, sin embargo, los límites espaciales, y ahora un virus en el tablero de juego nos obliga a pensar en cómo redistribuir el espacio, sus actividades y su movilidad. En cómo hay que invertir en más y mejores espacios públicos, abiertos, recuperación de ríos y arroyos urbanos, con muchos árboles, espacios capaces de oxigenar en el amplio sentido de la palabra, en nuevas ciclovías y zonas peatonales preferentes.

La ciudad victoriana y su migración a la ciudad jardín nos enseñó que las ciudades se reinventan, ahora nos toca reinventarnos hacia el interior, pero con una visión regional, hacia los límites de las cuencas. Pero también no nos olvidemos que vivimos en la era de la tecnología, información y comunicación, donde probablemente los usos de suelo se vean jerarquizados a medida del acceso a internet que a otros servicios prioritarios.

¿Tendremos nuestra propia versión de la ciudad de los 15 minutos?



lunes, 6 de junio de 2016

¿Se acordaban del peatón?


Cuando una actividad es realizada en el espacio público y con participación ciudadana, por si sola llama la atención, se vuelve objeto de críticas, constructivas y otras no tanto, pero al final se envía el mensaje completo, en este caso era: El Peatón.

¿Quién es el peatón?

¡Todos somos peatones!, dice el urbanista danés Jan Gehl que "todos los viajes inician y terminan caminando", yo no conozco aún a nadie que duerma con su carro a un lado o que logre llegar hasta adentro de una oficina en su vehículo.

La actividad que pintar cruces peatonales con la participación de la gente, niños y adultos, es una acción muy significativa que bien la podemos enmarcar en una de las políticas públicas del Programa Nacional de Desarrollo Urbano, específicamente en su eje de movilidad sustentable. Era muy fácil para nosotros adecuarnos a lo que menciona la NOM-034-SCT2-2011, que nos dice técnicamente como se pintan los cruces, pero nosotros queríamos ir más allá, queríamos darle su lugar a la figura principal del espacio público, queríamos recordarle a todos, principalmente a los que manejamos un automóvil que primero es el peatón, y por más valioso que sea un vehículo, este nunca valdrá más que la vida de una persona.

Era importante enviar un mensaje fuerte, claro, conciso, pero sobre todo de forma creativa, el principal actor de la pirámide de la movilidad es el peatón, muy por encima del automóvil, y de eso nos estábamos olvidando, ¿cuantas veces nos hemos encontrado caminando y los carros vienen a velocidades muy altas que nos hacen sentir vulnerados en nuestro libre tránsito?, ¿cuántas veces hemos visto los carros estacionados arriba de la banqueta bajo el argumento de que "no hay donde más estacionarse"?, entonces, ¿cuándo íbamos a darle su lugar a las personas que a diario caminan?; los que caminan, los que andan en bicicleta, son héroes silenciosos, son los que están haciendo más por el planeta al no desplazarse por medios motorizados y así evitar la quema de combustible que es uno de los principales factores de contaminación, de alguna forma teníamos que visibilizarlos, había que ayudarles a levantar la voz.

El Ayuntamiento Municipal de Comitán, que preside el Licenciado Mario Antonio Guillen Domínguez, tiene una clara convicción en fomentar una movilidad incluyente y con más seguridad, la actividad de pintar cruces peatonales es parte de un proceso y en esta etapa fue un éxito porque se hizo con la ciudadanía, al final se logró enviar el mensaje principal: ¡él peatón existe!, ahora lo que sigue es sumar entre todos y poner más de nuestra parte. La semilla está sembrada, nos toca regarla todos los días para dar los frutos que queremos, un Comitán incluyente, respetuoso y seguro donde podamos convivir armónicamente en el espacio público.

Luis Javier Flores Cancino

lunes, 2 de mayo de 2016

¿Ya se quejaron hoy por la tenencia vehicular?

Por difícil que pueda parecerle a mi bolsillo aceptar que estoy a favor de la tenencia vehicular, debo dejarlo muy en claro, su servidor está a favor de la tenencia vehicular.

Me parecen insostenibles las manifestaciones en contra de este impuesto que considero justo; antes de que me digan que estoy mal aquí les dejo mis razones.

¿Se han puesto a pensar quien hace el tráfico? ¿Los carros? El tráfico o congestionamiento vehicular lo hacemos nosotros mismos, porque nosotros somos quienes manejamos los carros, este mismo congestionamiento no se da por el número de vehículos existentes, se da por el número de viajes efectuados, ¡vamos a todos lados en carro! Y cuando digo vamos a todos lados me refiero a que vamos a la tortillería, al súper que queda a dos cuadras, a la papelería a una cuadra, etc., todos los viajes por más mínimos que sean los realizamos en carro, esto genera congestionamiento vehicular.

Un vehículo ocupa en promedio doce metros cuadrados en la vía pública, una persona ocupa solo un metro cuadrado, en el mejor de los casos podemos decir que un carro común lleno tendría cinco pasajeros, los cuales, si tomamos en cuenta que una persona ocupa un metro cuadrado, ocuparían cinco metros cuadrados, pero en el carro siguen ocupando doce, es decir, más del doble de metros cuadrados solamente por estar en un carro, pero ese es el mejor de los casos. Más del 80% de la vía pública está destinada para el automóvil ya sea para su circulación o para estacionarse. 

¿Y el peatón?

Seguimos viendo al automóvil como a un miembro más de la familia, incluso muchas veces le damos más valor a este elemento que a nuestra propia salud por dura que parezca esta afirmación. El carro es de mucha ayuda y necesario, pero ya no lo tenemos que ver como algo indispensable en nuestra vida, ¿Por qué los países más desarrollados están dejando de usar el automóvil? Es simple la respuesta, es muy costoso e innecesario mantener un carro, pero la otra cara de la moneda dice, que si se reduce el uso del automóvil se debe mejorar y hacer eficiente el transporte público, eso es por lo que debemos manifestarnos y exigirles a nuestras autoridades.

La tenencia no se debe subsidiar. Todos los que tengamos un automóvil tenemos como obligación fiscal y moral pagar tenencia. Nosotros queremos usar más espacio con nuestros carros en la vía pública, está bien, pero tenemos que pagar más por este beneficio.

De igual forma no se debe privilegiar al automóvil viejo, este debe de pagar más impuestos, por el simple hecho de consumir más combustible y contar con un sistema menos eficiente de catalización de combustión fósil, además de condiciones físico mecánicas vehiculares fuera de las normas que rigen en nuestros días.

La eliminación de la tenencia al auto viejo es contraria a la necesidad de incentivar la renovación del parque vehicular para contar con autos más nuevos y de menor consumo de combustible.

En Europa y Estados Unidos se cobran impuestos más altos conforme aumenta la edad del vehículo, el cilindraje y potencia y, por ende, el consumo de combustible.

Los niveles de contaminación que vemos en nuestras ciudades son producto también del uso excesivo del automóvil particular, es también una responsabilidad con nuestro medio ambiente pagar este impuesto, quieran o no aceptarlo, o por más que tengamos un automóvil muy ostentoso y “ecológico” cada vez que lo usamos, este emite contaminantes al aire. Además del número de accidentes automovilísticos registrados que son parte de las estadísticas de las principales causas de muerte en nuestro país.

Aquí es donde viene la parte difícil, y considero más importante. Después de decirle mis razones por las cuales el impuesto de la tenencia vehicular es justo, lo que debemos exigir a nuestros gobernantes es la correcta utilización de estos recursos.

El recurso obtenido por el cobro de tenencia vehicular no debe de usarse para gasto corriente ni mucho menos para gasto en programas sociales, debe de usarse para proyectos de movilidad, mejoramiento de vialidades, incentivar el uso del transporte público, hacer más eficiente el transporte público existente, mejoramiento de banquetas, creación de infraestructura ciclista y de una ejemplar infraestructura peatonal; porque todos los viajes comienzan a pie y terminan a pie, todos los vehículos motores deben pagar tenencia vehicular, no más subsidios a las camionetas, no más subsidios al carro viejo, no más subsidios al carro que quema más combustible. Antes de un carro, hay un peatón.
¡Si al impuesto de la tenencia vehicular!     


                       
Luis Javier Flores Cancino

twitter: @luisfcancino

martes, 16 de septiembre de 2014

La ciudad de mañana es la ciudad de hoy


El sistema de ciudades en nuestro estado ya está dado, poco mudará realmente, está consolidado; posiblemente en 25 años otro Chiapas urbano se sumará al Chiapas urbano de hoy. La nueva ciudad precisará sumarse a la ciudad existente estando donde está, sin extenderse más.

Para nuestras ciudades en este siglo XXI son temas fundamentales la comprensión sobre las ventajas de la equidad, considerando nuestra pluralidad en usos y costumbres, el respeto a las razones del planeta y su naturaleza, las virtudes que existen en la democracia y en los procesos económicos a lo largo del tiempo, aun cuando estos no han sido de resultados esperados es necesario comprenderlos.

Es por ello que el fortalecimiento de nuestras ciudades puede ser la clave para el desarrollo de nuestra sociedad, las ciudades son el mayor artefacto de la cultura y se diseñan sintonizadas en el tiempo.

lunes, 25 de noviembre de 2013

Manual de imagen urbana para manifestantes en plantón

Una sociedad que se manifiesta es el resultado de demandas insatisfechas, promesas incumplidas, es la muestra de su madurez y de su derecho de replicar ante decisiones arbitrarias y autoritarias. Una manifestación que ocupa el espacio público para exponer sus demandas por un tiempo indefinido es el reflejo de una protesta que no tiene sentido.

Plantón en contra de la Reforma Educativa.
Tuxtla Gutiérrez, Chiapas. 2013.
El éxito de una manifestación en nuestros días tiene mucho que ver con la innovación, cualquier intento de manifestarse sin cumplir esta condición está condenado al fracaso. El espacio público ha sido el lugar idóneo para manifestarnos hoy en día, sin embargo la falta de argumentos ha hecho que las manifestaciones actuales sean centro de atención más por el tiempo que llevan ocupando un espacio, que por el motivo por el cual protestan. Las manifestaciones ocurren en las ciudades; muy, pero muy raramente veremos una manifestación ocurrir en las zonas rurales; es así que tenemos que ver a la ciudad como un ente con vida, y sus espacios públicos como órganos de importancia vital para su sobrevivencia. Pero, ¿de quién es el espacio público?, me quedo con una respuesta, es de la democracia.

El espacio público es el lugar simbólico en que ciudad, democracia y política se encuentran. Jordi Borja menciona que a partir de estos espacios se puede relatar y comprender la historia de una ciudad, siendo así, son el lugar por excelencia de las manifestaciones sociales de todos los tiempos, el espacio público es testigo mudo del paso de una sociedad invisible a una sociedad que demanda hacerse visible y presente.

Toda manifestación tiene una razón de ser, un objetivo, y habrá una sociedad que la apoyará y saldrá a las calles a expresar su opinión. Aristóteles decía que “la unidad no es objeto de la ciudad porque esta es pluralismo”, y es así como les comparto estos puntos a considerar si su intención es ocupar el espacio público por un tiempo indeterminado:

1.    Entendamos por espacio público a: banquetas, calles, avenidas, vías de circulación, paseos, pasajes, parques, plazas, jardines, áreas verdes urbanas y forestales, puentes, túneles, pasos subterráneos, fuentes, áreas recreativas, monumentos escultóricos entre otros.

2.    El espacio público será el punto de concentración de toda manifestación en que la sociedad dará a conocer sus demandas.

3.    Será el punto de concentración, mas no el punto de apropiación, las manifestaciones tienen que prosperar, una manifestación que se mantiene estática en un mismo punto empieza a perder credibilidad por falta de argumentos. El lugar de la manifestación siempre debe variar.

4.    Entiéndase que manifestarse en un mismo espacio no genera buenos resultados, pero si no se entiende esto, queda prohibido colocarse en las áreas verdes de los espacios públicos, queda terminalmente prohibido ocupar jardines y hacer uso de árboles para colocar campamentos provisionales. Los elementos verdes son vida, manifestantes, pido especial favor en no utilizar estos espacios para hacer sus necesidades fisiológicas.

5.    El pavimento existente de los espacios públicos por lo regular está hecho para resistir un tráfico pesado, pero por favor manifestantes en plantón, no abusen en el tiempo en colocarse sobre el mismo espacio, tengan la bondad de rotar.

6.    El espacio público es para diferentes usos, uno de ellos consiste en actividades al aire libre, aprovechen que están ahí para realizarlas, recuerden que mientras ustedes ocupan ese espacio que es de todos, otros tienen que buscar a donde ir a realizar estas actividades, por lo tanto aunque sea sólo para eso aprovéchenlo.

7.    Con el simple hecho de que estén ocupando un espacio público por un tiempo considerable damos por entendido que se están manifestando, por lo cual eviten poner mantas, lonas o letreros con textos carentes de argumentos. Recuerden que buscamos también reducir al mínimo la contaminación visual.

8.    Ya que estamos en el tema del campamento, sugiero un rol para limpiar o mandar a lavar las casas de campaña improvisadas, con este pequeño detalle aunque sea mínimamente los vecinos al plantón se lo agradecerán.

9.    Por lo regular la manifestación es contra autoridades gubernamentales, nada tienen que ver los vecinos del espacio público, ante todo, respeto a ellos, que gracias a su tolerancia, el movimiento que defienden se mantiene.

10.  Todos tenemos derecho al espacio público, por ello queda prohibido apropiarse de su totalidad para manifestaciones sociales, la superficie máxima a ocupar podrá ser del 50% de la totalidad del espacio.

11.  Tendrán que establecer mecanismos para el tratamiento de residuos sólidos, al permanecer por mucho tiempo en este espacio la autoridad de la ciudad no tiene la obligación de brindarles el servicio de recolección de basura, ya que están usurpando un espacio que no les corresponde para esa actividad.

12.  Toda destrucción total o parcial del espacio público, su mobiliario y ornamento, durante la ocupación continua del espacio público será derivada en sanciones al grupo manifestante que lo ocupa solicitando su reparación.

¿Qué pasaría si una manifestación decidiera ocupar Central Park en Nueva York o Hyde Park en Londres? ¿Se imaginan una manifestación ocupando el bosque de Chapultepec? Yo no lo imagino y prefiero no imaginarme como sería. El espacio público es también ante todo, espacio de uso colectivo, libre y diverso.

El espacio público agrega calidad a su entorno construido y lo valoriza, este se define por el acceso, por la función y por el fin. El espacio público debe continuar como tal, al igual que las manifestaciones sociales tienen que seguir y estas se tienen que reinventar, por más razón que tenga la protesta social, esta no debe ocupar el espacio público para apropiárselo por largos periodos de tiempo, dicho espacio siempre estará disponible para las manifestaciones, pero reclama su derecho de colectividad, libertad e identidad; hay que recordar que es el único lugar que tenemos en nuestras ciudades en donde todos somos libres e iguales.

El espacio público marca los límites de la idea de ciudad. Donde no lo hay puede hablarse de urbanización pero difícilmente de ciudad.

 

Textos consultados:

A favor del espacio público. Josep Ramoneda

El espacio público. Test de la ciudad democrática. Jordi Borja

Ley Reguladora del uso cívico de los espacios públicos. Ayuntamiento de Palma, España

miércoles, 25 de septiembre de 2013

Las ciudades y Chiapas


El Desarrollo Urbano es una forma estupenda de combatir la miseria rural. Porque la ciudad es el lugar posible por excelencia de todas las utopías.

Es claro que en todo el mundo se registra una creciente urbanización de la población, de esa forma también es claro que los recién llegados a nuestras ciudades se ven marginalizados tanto en el aspecto territorial como en el social. La mayoría de estas personas solamente encuentra un espacio para instalarse en barrios pobres situados en la periferia, en donde existen altos índices de desempleo y miseria social, y quienes tienen acceso a un trabajo se ven obligados a recorrer todos los días largas distancias para llegar a sus puestos de trabajo.

Nuestras ciudades al igual que la gran mayoría del país ha crecido de forma descontrolada devorando el paisaje, por consecuente son difíciles de administrar y en el mayor de los casos se hace imposible prestar los servicios municipales básicos. Asimismo, como una constante en el territorio estatal, surgen asentamientos irregulares en zonas de riesgo no aptas para vivir, como márgenes de ríos o laderas.

Posiblemente las herramientas que posee la planeación urbana no han podido frenar el rápido surgimiento de asentamientos irregulares. De la misma forma, los programas estatales y municipales (si existen) no han logrado generar a corto plazo una oferta suficiente de superficie habitable. En nuestras ciudades existen extensas áreas internas con gran potencial de desarrollo, áreas urbanas que hoy en día son consideradas deterioradas y que raramente tenemos en cuenta como posibles zonas de construcción de vivienda de interés social. A primera vista, el desarrollo adecuado de esas zonas internas parece ser más complejo y costoso que la urbanización de zonas rurales. Sin embargo, se ha demostrado que a largo plazo es más económico para una ciudad el desarrollo de sus zonas internas.

Busquemos un proceso de revitalización, es posible mejorar la calidad del medio ambiente en nuestro estado considerando su gran biodiversidad consolidando nuestros núcleos urbanos, si se planifica e implementa un uso urbano mixto de manera adecuada, se puede generar una estructura demográfica basada en la mezcla social. Sabemos que la mezcla de vivienda, trabajo y comercio a pequeña escala recorta caminos y reduce el volumen de tráfico. De esta manera se mejora la calidad de vida y la aceptación entre la población.

Para fortalecer el desarrollo urbano interno de nuestras ciudades es necesario que una variedad de actores de diversa naturaleza participen en el proceso de planeación. Los procesos de revitalización sostenible sólo se ponen en marcha cuando todos los actores implicados logran acuerdos en cuanto a un objetivo común de desarrollo. En estos procesos, los municipios tienen que asumir importantes funciones, entre otras la de coordinador.

Chiapas tiene 122 municipios y nuestra población representa el 4.3% del total de país. Si consideramos a todos los centros de población del estado, urbanos, podemos decir que tenemos una distribución del 49% urbana y 51% rural de la población, en el entendido que a nivel nacional la brecha se marca aún más con un 78% urbano contra un 22% rural. Sin embargo, si nosotros tomamos únicamente a los centros de población mayores a 15 mil habitantes como urbanos podremos constatar que la brecha entre rural y urbano se hace más amplia solo con un 33.12% de la población total del estado viviendo en ciudades.

Nuestra escolaridad tiene un promedio de 6.7 años de estudio contra un 8.6 que es el promedio nacional, al igual que mientras en el país 6 de cada 100 hablan una lengua indígena, en nuestro estado 27 de cada 100 la hablan.

El estado de Chiapas aporta el 1.6% al PIB Nacional, pero si tomamos en cuenta la explotación a nuestros recursos naturales, ese porcentaje se multiplicaría en una gran cantidad.

En Chiapas hay 4,796,580 personas, y esto nos dice que el estado se ha mantenido en un crecimiento promedio anual de 2% en el periodo 2000-2010. Desde 1985, nuestra población a mantenido una tendencia creciente, los únicos años en los que hubo una excepción fue de 1910 a 1921 en donde nuestra población disminuyó.

En nuestro estado existen 4 ciudades que concentran una población mayor a cien mil habitantes y existen 26 ciudades que concentran una población mayor a 15 mil habitantes, tan sólo la capital de nuestro estado alberga al 11.19% de la población total de la entidad.

Tuxtla Gutiérrez se ha impuesto como la ciudad más importante de Chiapas, no solo desde el punto de vista económico, sino también demográfico, la expansión urbana que le conocemos con todos y sus problemas, ha sido sin lugar a dudas vertiginosa y diversa, desde el año de 1960 su población se ha multiplicado por más de diez veces.

Actualmente tenemos que ver a nuestra capital como una zona metropolitana en la que se encuentran Ocozocoautla de Espinosa, Berriozabal, Suchiapa y Chiapa de Corzo. ¿Tuxtla Gutiérrez tiene que seguir con su crecimiento vertiginoso o debe consolidarse con lo que tiene? Posiblemente sea Chiapa de Corzo desde el punto de vista geográfico quien deba comenzar a crecer para ayudar en el crecimiento urbano de Tuxtla Gutiérrez, entendamos crecimiento urbano a consolidarse de forma compacta y humana. Chiapa de Corzo está experimentando la tasa de crecimiento medio anual más alta del estado con un 4.86, lo cual nos indica que la gente quiere vivir más cerca de la capital, pero al mismo tiempo, el suelo urbano en Tuxtla se hace mas inaccesible y por ello los futuros residentes buscan asentarse cerca aunque sea en otra ciudad. Es una gran oportunidad que tenemos para fortalecer los municipios urbanos. Sucederá en su momento con Berriozabal y Ocozocoautla que tienen la ventaja del clima que predomina la mayoría del año y muchas veces es ventajoso con respecto al que sucede en la capital. Suchiapa no se quedará atrás, la cercanía con el aeropuerto internacional y ser el paso hacia la capital y por consecuente al resto del país de toda la producción proveniente de la frailesca será su fortalece y aún más porque en el último programa federal de infraestructura se hizo público la construcción de su autopista. Es así que tenemos que entender a la capital y a los municipios antes mencionados como una zona metropolitana con alto potencial de crecimiento.

Por otra parte hay que voltear a ver el gran potencial que existe en nuestra costa, particularmente lo que sucede en el soconusco y su mayor ciudad que es Tapachula, los factores que ocurren en esta ciudad no son los mismos que ocurren en Tuxtla, Comitán o San Cristóbal de las Casas, por citar algunos.

El tema de la frontera sur es delicado, por ella pasan armas, drogas, mercancía ilícita y la trata de personas es el día a día.

¿Cuántas personas pasan por Chiapas procedentes de Centroamérica y cuantas se quedan realmente en Chiapas? Sucede que hay falta de oportunidades, no hay empleos, no hay motivos reales para quedarse en estas ciudades y la gente que llega buscando un poco de mejoría no la encuentra. Recordemos que las ciudades no hacen pobre a la gente, las ciudades atraen a la gente pobre. La apuesta de nuestras ciudades debe estar en diversificar su economía para aumentar sus ingresos, es por ello que Tapachula se debe consolidar como una ciudad portuaria, aprender de casos de éxito a nivel mundial como lo son Singapur o Dubai, solo por mencionar un par de casos, su fortaleza debe radicar en la correcta explotación de su puerto, de su frontera con Centroamérica, de su pluralidad en transportes como el aeropuerto, una red carretera y las vías férreas. Tapachula puede competir de forma eficaz por el comercio internacional ofreciendo infraestructuras modernas y de calidad e instituciones que favorecen el asentamiento de las empresas ¿Por qué no pensar que Tapachula puede ser una zona franca que atraiga empresas liberándolas de la carga que suponen tanto los impuestos como la regulación? Por añadidura de lograr a cabo una ambiciosa reestructuración urbana en Tapachula se incluiría a Huixtla, Cacahoatán y Pijijiapan como beneficiados y potenciales receptores de desarrollo urbano en la zona del soconusco.

San Cristóbal de las Casas es el mejor ejemplo de la diversidad cultural que existe en nuestro estado, es el punto de encuentro de la gran mayoría de nuestras etnias, tradiciones e incluso religiones, es el punto donde converge la pluralidad y riqueza de Chiapas que es su gente. Esta ciudad es referente turístico a nivel internacional y por ello se debe fortalecer esta industria sin chimenea. Tiene una tasa de crecimiento de 4.33, la segunda más alta del estado, lo cual nos dice que es una ciudad atractiva para vivir, mucha gente proveniente de demás pueblos de los altos de Chiapas quieren vivir en esta ciudad y por ello hay que fortalecerla. Sin lugar a dudas esta ciudad no tiene extensiones territoriales para donde crecer de forma urbana, habrá que ver si alguna población vecina estaría dispuesta a ser receptora de gente y con ello recibir desarrollo urbano. Es posible que si lo haya y Teopisca puede ser una opción.

Comitán de Domínguez fue en el siglo XIX, la ciudad más poblada hasta principios de 1900. Su economía fortalecida en el comercio local y su situación geográfica estratégica capaz de captar amplios volúmenes de turismo por la cercanía de atractivos naturales e históricos y su cercanía con la frontera con Guatemala ponen en claro su alto potencial en el desarrollo urbano. Comitán como centro urbano y económico ha variado a lo largo de los últimos cinco siglos, sin embargo no ha conocido altibajos tan pronunciados como otras ciudades en el estado. La ciudad asentada en un inmenso valle da la oportunidad perfecta para planear una gran ciudad futura y consolidar su núcleo compacto y denso. Con atributos especiales y únicos en el estado, un clima privilegiado y dotado de recursos naturales puede considerarse la ciudad capaz de captar el mayor flujo de desarrollo urbano en el estado y ofrecer un ejemplo en calidad de vida.

Palenque, Ocosingo, Arriaga, Tonalá, Cintalapa, por mencionar ciudades mayores a 15 mil habitantes deberán fortalecer su desarrollo urbano para ser capaces de recibir a la población de los municipios vecinos y tener posibilidades de ofrecer calidad de vida.

Tal y como mencionó Juan Pedro Viqueira en su momento, la urbanización tardía e insuficiente de Chiapas no solamente ha privado a la población de muchos servicios que sólo las ciudades pueden ofrecer, gracias a las economías de escala que éstas permiten, sino que se ha traducido en una creciente demanda de tierras por parte de los campesinos, demanda que ha resultado imposible de satisfacer en un contexto de alto crecimiento demográfico. Ninguna de nuestras ciudades ha logrado imponerse de manera duradera como polo de atracción de la población y como centro rector de la actividad económica del estado.

La cuestión decisiva es saber si cuando Chiapas se desarrolle, se convertirá en un estado de conductores suburbanos o de usuarios urbanos de transporte público.

En este afán de consolidar el desarrollo urbano de nuestras ciudades y considerando la economía del estado es claro que hay que optar por los principios básicos que en su momento marcó Jan Gehl: caminar, porque cada viaje comienza y termina caminando, las ciudades más competitivas del mundo cuentan con espacios peatonales de calidad. Movernos con energía propia, existen vehículos no motores que en nuestro estado son muy utilizados como la bicicleta, es un transporte saludable y requiere de menos espacio y recurso, hay que también optar por el transporte público. Fortalecer la cultura local, nuestros entornos históricos y culturales contribuyen de manera significativa a generar lugares con identidad única. Crear ciudades más humanas, es este el momento. Debemos consolidarnos como ciudadanos capaces de buscar el bien común para nuestra ciudad. Diversifiquemos nuestros usos de suelo en zonas urbanas, atrevámonos al uso de suelo mixto, densifiquemos y tratemos de ser lo menos espectaculares en edificación y que en realidad nuestras obras duren y perduren.

Solo las ciudades que ofrezcan una calidad de vida que atraiga y retenga a los grupos profesionales más capacitados podrán ser competitivas.

Esta es una breve descripción de nuestras principales ciudades mayores a cien mil habitantes, es por ello que deben de verse con una óptica diferente al promedio nacional, nuestros problemas son diferentes y en Chiapas siguen predominando las actividades rurales, eso es un hecho. Es claro que los problemas en el campo no se resuelven ni se resolverán en el campo, la gente emigra en busca de oportunidades, las cuales solo las encontrará en las ciudades. Redensificar nuestras ciudades tal y como se plantea en las nuevas políticas públicas requerirá de vivienda urbana accesible, debemos de entender que edificar es una consecuencia del éxito, no su causa, por ello mismo las actuales autoridades de los tres órdenes de gobierno deben ver a la planeación como una aliada, y deben de ver al municipio como un ente que perdurará más de tres años de gobierno y que las decisiones que se tomen en este momento influirán a las futuras generaciones. Es nuestra oportunidad histórica de fortalecer nuestras ciudades, aún cuando estas tengan un precario desarrollo.

Por las condiciones particulares de Chiapas, se debe considerar que nuestro estado tenga su propio estatuto de ciudades el cual deberá ir alineado a las políticas nacionales con las especificaciones que sean consideradas para nuestra región.